Lo viejo sirve
Solo alguien que ha atesorado un libro por mucho tiempo, quizás hasta heredado sabe que nos provocan sentimientos encontrados. Así me ha sucedido de un tiempo a esta parte luego de Leer a Marie Kondo, y su "La magia del orden" ( reseña aparte) , me encontré "limpiando" mi biblioteca tocando cada ejemplar y "preguntándome si me provoca alegría". Así fue que varios de mis libros de la Colección Robin Hood, heredados de mi papá se fueron sumando en una pila para donar. Un mes después la culpa por dejarlos ir aún me perseguía y no me decidía a dejarlos ir. Paso otro mes y comencé a hojear un ejemplar de los Viajes de Gulliver que resultó demasiado asincrónico como para leer con mi hija, pero sin embargo aun no podía decidirme a dejarlo. Unos días después, de esa fila me llamaron los cuento de Los Hermanos Grimm. Leer un libro viejo es algo altamente contradictorio, sus hojas amarillas son ásperas al tacto, el diseño de sus fuentes nos quedan asincronicas muc...